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La palabra blindada asociada a una puerta nos da pie a pensar que estamos bien protegidos, que ya no tenemos que preocuparnos de este punto de acceso. Suelen ser puertas gruesas, pesadas y normalmente tienen apariencia de ser muy seguras. Pero no es así y la realidad es que las puertas blindadas tuvieron su auge hasta principios del siglo 21, desde entonces, han pasado a ocupar los últimos lugares en cuanto a protección frente a ataques. Por suerte, empezaron a extenderse en el mercado las puertas acorazadas, ofreciendo más seguridad en muchos aspectos para los que una puerta blindada no estaba pensado. Estos son los principales puntos mejorados:

  • La puerta blindada son muy conocidas por los ladrones y resto de atacantes.
  • La puerta acorazada, tiene materiales de fabricación mucho más fuertes, como puede ser la hoja de acero. Por el contrario, las acorazadas suelen ser de madera, con solo algunos puntos de acero.
  • La cerradura acorazada lleva los pernios, cerrojos y la cerradura integrados, lo que da mayor firmeza al conjunto.
  • La puerta acorazada es “personalizable” en cuanto a robustez, existen varios tipos de grado que se adaptan a todo tipo de necesidades.

A la hora de instalar una puerta acorazada, es fundamental contar con expertos que nos asesoren en todas las cuestiones que se nos escapan por falta de información. Contacte con nosotros y estaremos encantados de estudiar su caso de manera personalizada y ofrecerle un producto acorde a sus necesidades.